Tema: Lucas, el Médico Historiador del Salvador Universal

Objetivos de Aprendizaje (Taxonomía de Bloom)

• Recordar: Identificar quién fue Lucas y cómo se relaciona con el apóstol Pablo según los datos internos y externos del Nuevo Testamento.
• Comprender: Explicar el propósito teológico de Lucas al escribir su Evangelio y su continuación, Hechos.
• Aplicar: Relacionar el método ordenado y verificado de Lucas con la manera en que los cristianos deben examinar y confirmar su fe hoy.
• Analizar: Comparar las perspectivas de los cuatro Evangelios y reconocer la singularidad del énfasis lucano en los marginados, las mujeres, los gentiles y la oración.
• Evaluar: Reflexionar sobre cómo la universalidad del Evangelio de Lucas desafía prejuicios culturales, raciales o religiosos en la misión cristiana contemporánea.

Introducción

Toda gran historia necesita una voz confiable que la narre. En el caso de los Evangelios, la voz de Lucas resuena con precisión, compasión y propósito.
Desde las primeras líneas —“Puesto que muchos han tratado de compilar una historia de las cosas que entre nosotros son muy ciertas…” (Lc 1:1 NBLA)—, Lucas se presenta no como un místico, sino como un investigador. Es el único de los cuatro evangelistas que inicia con un prólogo histórico formal, típico de la literatura helenística.

Su meta es clara: ofrecer certeza a un lector llamado Teófilo, y, a través de él, a toda persona que busca una fe sólida y fundamentada.
Este prólogo nos introduce al Evangelio más literariamente elegante y teológicamente expansivo del Nuevo Testamento.
Lucas escribe la historia de Jesús el Salvador Universal, mostrando cómo el amor de Dios rompe las fronteras raciales, sociales y religiosas.

Contexto Cultural e Histórico

Para comprender la magnitud del Evangelio de Lucas, debemos situarlo en su tiempo.

1. Contexto Político

El Imperio Romano dominaba el mundo mediterráneo. Palestina estaba bajo el control de Roma a través de gobernadores como Poncio Pilato y reyes vasallos como Herodes el Grande.
El ambiente era de aparente estabilidad (la Pax Romana), pero también de profunda opresión para los judíos. La expectativa mesiánica estaba en su punto más alto.

2. Contexto Religioso

El judaísmo del siglo I se había diversificado:

• Fariseos: Defensores estrictos de la ley oral.
• Saduceos: Aristocracia sacerdotal influida por Roma.
• Esenios: Separatistas ascéticos (como los de Qumrán).
• Zelotes: Revolucionarios nacionalistas.

En ese ambiente saturado de tradiciones y divisiones, Lucas muestra que el mensaje de Jesús no pertenece a una secta, sino a toda la humanidad.

3. Contexto Cultural

Lucas escribe en griego koiné elegante, dirigido a un público educado. Su conocimiento de costumbres judías, geografía palestina y estructura social demuestra investigación y precisión.
A diferencia de Mateo, que escribe para judíos, o de Marcos, que se enfoca en acción inmediata, Lucas ofrece una narración ordenada, inclusiva y universal.

Autoría: ¿Quién fue Lucas?

El Evangelio y Hechos son dos volúmenes de un mismo proyecto. Ambos comienzan dedicados a Teófilo y comparten vocabulario, estilo y teología.
La tradición unánime desde el siglo II atribuye ambos libros a Lucas, compañero de viaje de Pablo (Col 4:14; 2 Tim 4:11; Flm 24).

Argumentos Internos

1. El autor se incluye en los relatos de Hechos con la primera persona plural (“nosotros”), mostrando que fue testigo ocular de parte del ministerio paulino.
2. Su lenguaje médico es evidente (Lc 4:38; 8:43; Hch 28:8).
3. Su dominio del griego clásico y la precisión histórica reflejan una educación helenística.
4. No pertenece al grupo de los doce, pero fue discípulo y colaborador de los apóstoles.

Argumentos Externos

Los primeros escritores cristianos (Ireneo, Orígenes, Tertuliano, el prólogo antimarcionita) confirman su autoría. Ningún otro candidato ha sido propuesto con credibilidad.
Lucas era gentil convertido al cristianismo, médico de profesión, historiador por vocación y evangelista por convicción.

Cita clave:
“Lucas, el compañero de Pablo, plasmó en un libro el Evangelio que aquel predicaba.”
— Ireneo de Lyon, Contra las Herejías 3.1.1

Fecha de Composición

La evidencia interna y la relación con Hechos ubican el Evangelio alrededor del 60–70 d.C.

1. Hechos termina con Pablo vivo en prisión en Roma, sin mencionar su muerte (c. 64–68 d.C.).
2. No hay indicio de la destrucción de Jerusalén (70 d.C.), lo que sugiere una fecha anterior.
3. Lucas utiliza el Evangelio de Marcos como una de sus fuentes, lo cual indica una fecha posterior al 55–60 d.C.
4. Su tono pastoral y apologético muestra una iglesia gentil en expansión, buscando estabilidad doctrinal.

Conclusión: La mayoría de los estudiosos ubican su composición entre 62–68 d.C.

Audiencia Original

Lucas dedica su obra a Teófilo (Lc 1:3).
El nombre, que significa “amante de Dios”, pudo referirse a:

1. Un cristiano gentil influyente que financió la obra.
2. O, simbólicamente, a todo creyente que ama a Dios y busca certeza.

El Evangelio se dirige principalmente a gentiles cultos, probablemente de origen grecorromano:

• Explica costumbres judías desconocidas para ellos.
• Traduce nombres arameos.
• Sitúa los eventos en un marco histórico romano preciso.

Lucas escribe para quienes no vieron a Jesús, pero desean creer en Él con fundamento.

Propósito y Mensaje Central

“Para que conozcas la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido.” (Lc 1:4 NBLA)

Propósitos específicos:

1. Confirmar la fe de los creyentes.
2. Mostrar la universalidad de la salvación.
3. Presentar a Jesús como el Salvador compasivo y humano.
4. Demostrar la continuidad del plan divino desde Israel hasta las naciones.
5. Enfatizar el papel del Espíritu Santo y la oración.

Lucas muestra a Jesús como el Hijo del Hombre que vino “a buscar y salvar lo que se había perdido” (Lc 19:10).

Exégesis del Prólogo (Lucas 1:1–4)

“Puesto que muchos han tratado de compilar una historia de las cosas que entre nosotros son muy ciertas…”

Lucas inicia con una introducción meticulosa, digna de un historiador griego. En solo cuatro versículos establece su metodología:

1. Investigación minuciosa.
   Ha seguido todo “con precisión desde el principio”.
   Palabra clave: akribeia — exactitud metódica.
   Lucas entrevistó testigos oculares y examinó fuentes escritas (quizás Marcos, colecciones de dichos, testimonios orales).
2. Orden lógico.
   “Te las escribí por orden” — no estrictamente cronológico, sino temático y teológico.
3. Propósito pastoral.
   “Para que conozcas la verdad” — asphaleia, seguridad firme, una certeza que da paz.

Lucas escribe con un corazón pastoral y una mente investigadora: une la fe y la razón.

Lucas y el Antiguo Testamento

• Isaías 61:1–2 → “El Espíritu del Señor está sobre mí” (Lc 4:18–19).
• Salmo 2 y 110 → Jesús como Hijo y Señor.
• 2 Samuel 7:12–16 → el reino eterno del descendiente de David (Lc 1:32–33).

Lucas muestra a Jesús como cumplimiento profético, no ruptura del judaísmo, sino su clímax redentor.

Lucas y las Epístolas

El pensamiento lucano se refleja en las cartas paulinas:

• La salvación por gracia mediante la fe (cf. Lc 7:50; Ef 2:8).
• La obra del Espíritu Santo (Lc 24:49; Gál 5:22–25).
• La preocupación por los gentiles (Lc 24:47; Rom 1:16).

Ambos autores comparten una visión teológica coherente: la salvación universal bajo la soberanía de Cristo.

Gemas Escondidas: ¡WOW!

1. Teófilo como símbolo.
   No solo un nombre propio: representa a todo creyente “amante de Dios” que busca certeza.
2. La precisión médica del autor.
   Lucas usa términos exclusivos de la medicina antigua: puretos megas (“gran fiebre”, Lc 4:38), hydropikos (“hidrópico”, Lc 14:2). Esto demuestra que no escribe como místico, sino como científico creyente.
3. El orden teológico, no cronológico.
   Cada episodio está organizado para revelar una progresión espiritual: desde la revelación en Jerusalén hasta la redención en la cruz.
4. Las mujeres como protagonistas.
   Lucas menciona más mujeres que cualquier otro evangelio. Su mensaje anticipa la restauración de la dignidad humana en Cristo.

Estudio de Palabras (Griego)

Conclusión y Aplicación

El Evangelio de Lucas es una joya literaria y teológica que combina historia, fe y compasión.
Nos enseña que la fe cristiana no teme a la investigación ni a la razón; al contrario, las abraza y las pone al servicio de la verdad.

Lucas nos muestra un Cristo accesible, humano, pero también divino y soberano.
Su mensaje central es claro: el amor redentor de Dios se extiende más allá de Israel, alcanzando a cada alma necesitada de gracia.

Aplicaciones prácticas:

1. Nuestra fe debe ser inteligente y verificada, no crédula ni superficial.
2. El Evangelio es para todos: ricos, pobres, hombres, mujeres, judíos y gentiles.
3. Como Lucas, estamos llamados a documentar, enseñar y confirmar la verdad con precisión y ternura.
4. En un mundo escéptico, debemos ofrecer una fe que pueda resistir el escrutinio y producir certeza.

“Para que conozcas la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido.”
(Lucas 1:4)

Preguntas para Reflexión y Discusión

1. ¿Qué diferencia al prólogo de Lucas de los demás Evangelios y qué revela sobre su propósito?
2. ¿Por qué crees que Dios escogió a un médico gentil para escribir el Evangelio más universal?
3. ¿Cómo equilibra Lucas la precisión histórica con la teología de la salvación?
4. ¿Qué enseñanzas sobre humildad y compasión destacan en su enfoque hacia los marginados?
5. ¿Cómo podemos seguir el ejemplo de Lucas al dar razones sólidas de nuestra fe?

© 2025 Guardando la Fe – Predicador Ed Rangel
“Investigando con precisión desde el principio, para que conozcas la verdad.”